La Virgen del Amor y la Esperanza de hebrea

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Con la llegada de la Cuaresma, la imagen de la Virgen se muestra más cercana a los devotos, sin joyas, sin lujos, sin coronas, sin bordados… sin ningún elemento ostentoso, para visualizarla como una mujer hebrea de su época. 
Para estos días de Cuaresma, la Virgen del Amor y la Esperanza ha sido vestida una vez más por Juan Rosales, y sus priostes y camareras han preparado para esta ocasión las siguientes preseas y prendas en los tradicionales rojo y azul de la vestimenta hebrea: 
• Manto: de damasco azul y forro blanco realizado por el cuerpo de camareras de la Stma. Virgen. 
• Saya: Realizada en terciopelo rojo y forrada de damasco en el mismo color, también confeccionada por el cuerpo de camareras. 
• Fajín hebraico: de rayas en tonos turquesas, rojos, salmón, amarillo, blanco roto y azul marino; con nudo de corbata. 
• Tocado: compuesto por un tul dorado a tablas con pecho en forma de barco, rematado por una toca de rayas hebreas a juego con él cíngulo. 
• Pañuelo beige confeccionado en encaje de bolillos y organza. 
• Detalles: Broches de plata con el nombre de la Virgen “AMOR” y “ESPERANZA”. Y rosario de cuentas en madera, que la Stma. Virgen porta siempre para la llegada de la Cuaresma. 
Como novedad para esta Cuaresma, la Virgen estrena la reforma de la aureola de estrellas, trabajo realizado por el orfebre Juan Pareja (Jaén). Elaborado en metal bañado en plata, con un aro grabado de 52 cm. de diámetro que presenta 12 estrellas de 6 puntas entre las que se intercalan 6 piñas cada una. Cada estrella presenta engarzada una piedra de cristal carbonatado de color verde esmeralda, color que representa la advocación de la Virgen. 
 


Fotos: Jose Siles.