Cuando la Virgen del Consuelo visitó a la Esperanza

por Manuel Vicente Barranco Rodríguez, Tesorero y Mayordomo de la Hermandad del Silencio

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Eran poco mas de las ocho y cuarto de la tarde del día 12 de octubre de 1996, cuando el paso que portaba a Mª Stma. del Consuelo encaraba el dintel de San Agustín, camino de la S.A.I. Catedral para la celebración de los cultos extraordinarios con motivo del 50º aniversario de la fundación de la Hermandad del Silencio.

Para este traslado la Virgen estrenaba saya y manto de color morado, que habían sido confeccionados para la ocasión. Lo hacía en el paso sobre el que, por aquel entonces, procesionaba el misterio del Huerto del Silencio, siendo portado por hermanos y miembros de la comunidad parroquial. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda Municipal de música de la ciudad.

Poco antes de la diez de la noche, el cortejo encaraba la puerta del templo catedralicio, donde esperaban las Hermandades radicadas en la Catedral. Concretamente, la Hermandad de Estudiantes lo hacía con el estandarte corporativo y acompañamiento de varas, uniéndose al cortejo que se iba introduciendo en las naves catedralicias. De igual manera, algunos hermanos de esta corporación también se unieron bajo los varales del paso.

El cortejo inició la procesión por el interior del templo recorriendo las naves laterales, pasando por la girola y efectuando paradas con el rezo del Ave María en cada una de las capillas de las Hermandades allí radicadas. El paso se dispuso dando frente a la Inmaculada del trascoro, donde permanecería hasta el día siguiente.

Al día siguiente comenzó el montaje del paso de palio, para tenerlo listo para el día 19 de octubre, el sábado siguiente, ya que era el día en el que Mª Stma. del Consuelo regresaría a San Agustín. Para ello se procedió a desarmar el paso en el que se había realizado el traslado a la Catedral, colocándose la Virgen en el trascoro del templo, junto al altar.

El entonces Hermano Mayor de Estudiantes, José Luis Cantón Pavón, le propuso a la Hermandad del Silencio que, en lugar de quedar en el trascoro, la Virgen fuera colocada en la capilla y a los pies de Ntra. Sra. del Amor y la Esperanza, a lo que accedimos gustosamente.

Para ello, los hermanos de la Esperanza prepararon con esmero el lugar que ocuparía la Virgen del Consuelo con una alfombra y centros de flores, permaneciendo la imagen en ese lugar hasta la tarde del miércoles 16 de octubre en que fue entronizada en su paso de palio, el cual estrenaba para la ocasión la terminación de los respiraderos.

La estancia en la capilla de la Esperanza fue algo que surgió espontáneamente, fruto de la buena relación de amistad que siempre ha habido entre las dos corporaciones. Es venir a decir “aquí tienes tu casa y he preparado una estancia para ti”.

Los cofrades y nuestras corporaciones sabemos tener detalles y sensibilidad suficiente para llevarlos a cabo. Nos movemos en relaciones sencillas entre nosotros, pero a la vez entrañables y que solo nosotros sabemos apreciar.

 

Nota: las fotografías de este artículo fueron realizadas por Manuel Martínez y pertenecen al archivo personal de n.h. José Luis Cantón Pavón.