La renovación del respiradero de la Esperanza

Por n.h. Francisco Javier García Moreno

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Introducción

Esta Semana Santa, la Virgen del Amor y la Esperanza procesionará sobre un respiradero completamente renovado, tras darse por terminada la actuación que se inició en el año 2019. Esta renovación forma parte de una de las primeras fases de reforma completa del paso de palio, aprobado en el cabildo general de cofrades celebrado en enero de 2019, y que  sigue el diseño de Pablo Cortés del Pueblo.

La renovación tiene como intención enriquecer el paso de nuestra Virgen de la Esperanza, aportándole una mayor personalidad y un programa iconográfico acorde con la advocación de la Virgen y el carácter de la Hermandad. También, con esta intervención se quería actualizar el lenguaje estilístico del palio, introduciéndolo dentro de la corriente actual del arte cofrade, bajo cuyos parámetros se están realizando las reformas y obras nuevas del resto de cofradías de nuestra región.

La reforma ha respetado parte de la obra del sevillano Jesús Domínguez, orfebre que hizo el respiradero en 1984. La actuación ha sido llevada a cabo en los talleres de Orfebrería Sanlúcar, por Ricardo Muñoz Hernández y María José Merino Vidal, aprendices del citado orfebre. Estos artesanos gaditanos han contado con el trabajo del imaginero Miguel Ángel Caballero Pérez, quien ha realizado los barros para las imágenes que se distribuyen por el respiradero.

La reforma

Vista frontal
Vista lateral

La actuación que se ha llevado a cabo muestra finalmente un aspecto y un discurso distinto al planteado por el diseño de Pablo Cortés, ya que por diferentes motivos se han tenido que modificar algunos elementos. Aún así, estos cambios no han conllevado el olvido de los principales puntos del proyecto del artista almeriense, entre los que se encontraba: la construcción de un programa iconográfico en relación a la Virgen y sus advocaciones, la introducción de elementos artísticos y patrimoniales cercanos a la cofradía y la puesta en valor del carácter universitario de la Hermandad.

En primer lugar, antes de iniciar la descripción de los cambios del respiradero vamos a indicar las piezas que se han conservado. Las partes que perviven no son muchas en número, pero por su tamaño y ubicación son las que aún configuran el esquema compositivo del respiradero: el moldurón que enmarca toda la parihuela, y los paños calados, exceptuando los centrales, que han sido agrandados y sustituidos por unos nuevos.

A continuación comentamos las reformas:

Moldurón. Como hemos señalado, se conserva esta pieza completa de Jesús Domínguez, pero sobre ella se han dispuesto elementos que la enriquecen. En primer lugar, se han colocado una serie de cartelas distribuidas sobre el centro de los paños y en los salientes que coinciden con los varales, y que contienen cristales coloreados en rojo y verde, tonos tradicionales de la Hermandad. Estas piezas tienen forma rectangular y cuadrada, siguiendo el esquema alterno que encontramos en el friso del templete del Altar Mayor de la S. y A. Iglesia Catedral, una obra neoclásica realizada bajo el diseño de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

De estas cartelas nacen ramas de olivo, un elemento vegetal de carácter ornamental que no se encontraba antes en el paso de palio, pero que en el proyecto de Pablo Cortés forma parte de todos los elementos, siendo una alusión directa al misterio de la Oración en el Huerto.

“Pilastras”. Llamamos pilastras a los elementos que separan cada uno de los paños del respiradero. Estas piezas, que coinciden con los salientes del moldurón, han sido renovadas acorde con el nuevo diseño ornamental de las bambalinas del palio. Bajo estas “pilastras” colgarán unas borlas a juego con las de las bambalinas, que portan una decoración de mascarones que la relacionan con los que vemos en la torre o la portada de nuestra Catedral.

Esquinas. Las esquinas del paso se han cambiado en su totalidad. En el frente se han eliminado, debido a que el palio ha recuperado su dimensión original, la anterior a la ampliación de 1994. Además, para ajustar mejor todas las dimensiones, se ha ampliado la cartela central. Por otro lado, en las aristas de las esquinas se han introducido unas finas piezas decorativas.

En las esquinas del costero podemos ver una pieza semejante a la que introdujo Manolo de los Ríos en 1994, hecha ex profeso por Orfebrería Sanlúcar siguiendo el estilo de la anterior. En este caso, la pieza se muestra calada, dejando a la vista la madera lacada en verde donde está montada, dotando a la pieza de una plástica distinta a la anterior, donde los planos de orfebrería tenían una mayor presencia.

Maniguetas. Estas piezas han sido realizadas ex novo. Las maniguetas se han vuelto más esbeltas y tienen un mayor dinamismo debido a la combinación de múltiples formas. También se le han introducido piedras verdes, lo que da una mayor gracia a la pieza. El remate de la manigueta se compone de una punta torneada sobre la que superpone una rama de olivo, que como ya hemos señalado, es un elemento omnipresente en el palio.

Sin duda, lo que más destaca de esta pieza es el remate, resuelto mediante mascarones con forma de león. La elección de este animal tiene como fin no sólo hacer referencia a los mascarones que jalonan la torre de la Catedral, sino que estos animales son desde la antigüedad un símbolo de realeza, lo que acentúa la majestad de María. En este caso, el animal se representa siguiendo un estilo naturalista, que se acerca más al cuadro de El Cid de Rosa Bonheur que a la abstracción que presentan los de la Catedral. Por otra parte, de estas maniguetas ya no colgarán anclas de plata, si no dos grandes borlas que se ponen en relación con todas las que se distribuirán por el resto del palio.

Paños menores. Como hemos señalado, los paños de 1982 se han conservado, pero eliminando los tondos ovalados donde se ubicaban bajorrelieves de los apóstoles, disponiéndose en su lugar espejos enmarcados en una fina decoración vegetal. Los espejos se han añadido como una referencia artística al sotabanco, altar y ambón de la iglesia de las Puras, piezas en las que encontramos una gran cantidad de cristales como elemento ornamental. El espejo fue un objeto muy usado en el Barroco por los juegos de irrealidad y los brillos que generaba. Además, en este caso se puede leer el espejo como un objeto relacionado con la Virgen, una de las letanías lauretanas es Espejo de Justicia, ya que en María refleja la perfección de Dios mediante su Hijo. Este objeto es, además, un símbolo del misterio de la Encarnación, por lo que en el programa iconográfico general del palio viene a intensificar el papel de María como modelo de vida cristiana.

Paños centrales de los costeros. Los paños centrales de los costeros se han constituido como dos grandes escudos que se proyectan hacia el exterior mediante maderas lacadas en verde, lo que da más relieve a la cartela y un mayor dinamismo a la orfebrería. Las cartelas centrales contienen relieves que se van independizando del fondo de manera progresiva, lo que genera una mayor potencia plástica. Los relieves representan las dos virtudes teologales que complementan a la Esperanza, segunda advocación de la Virgen: la Caridad y la Fe. La presencia de las virtudes teologales en los costeros es algo que también se encuentra en otros pasos de la Semana Santa andaluza, como puede ser el palio de la Esperanza de Málaga. En nuestro caso, las virtudes teologales se ponen en relación directa con las cardinales, las cuales enmarcan por parejas estos paños: en el caso de la Fe, está custodiada por la Justicia y la Templanza, mientras que la Caridad está amparada por la Fortaleza y la Prudencia. La unidad de estas virtudes permiten al hombre disponerse hacia el bien y mostrar con sus actos su fe.

Estas imágenes, repartidas por el respiradero, han sido realizadas por Miguel Ángel Caballero Pérez, escultor que ha resuelto las figuras con un estilo moderno, más cercano al lenguaje estético de la segunda mitad del siglo XIX cercano al prerrafaelismo o el Art Nouveau, lo que introduce en nuestro respiradero un aire actual, ya que la inspiración en estos estilos artísticos está siendo revalorizada actualmente en la artesanía cofrade.

Finalmente, sobre las cartelas aparecen unas líneas a partir de las que empiezan unas nuevas frondas, que se prolongan hasta las cornisas que coronan los paños. En la intersección entre la cornisa superior y la ornamentación vegetal aparecen medallones que contienen iconos marineros, que relacionan a nuestra cofradía con el carácter marinero de nuestra ciudad y la devoción de la Esperanza. Las imágenes que aparecen en los laterales son un faro sobre la Fe y un salvavidas y dos remos sobre la Caridad. Por último, sobre la cornisa se ubica un frontón partido que hace juego con el que se sitúa en el frontal.

Paño central del frontal. Este espacio ha sido renovado por completo siguiendo el estilo ornamental de Jesús Domínguez, y para ello el taller de Orfebrería Sanlúcar ha imitado las piezas de su maestro, haciendo su obra más plana, ya que habitualmente acostumbran a hacer las piezas con más relieve. En este paño, al igual que los centrales laterales, también encontramos piezas que siguen el diseño del bordado del palio.

Este paño se proyecta hacia el exterior a través de tres volúmenes, generando en esta parte del respiradero una mayor potencia. El espacio central está ocupado por una gran capilla que acoge un corazón expuesto como un relicario, pieza que se encuentra vidriada en verde, color de nuestra corporación. El corazón alude al amor, primera advocación de nuestra Virgen. Frente a este corazón se encuentran dos miembros de la comunidad universitaria, una estudiante y un doctor, que adoran el símbolo del amor de María. Toda esta escena se encuentra sustentada por una gran ménsula que se dispara del plano del respiradero.

La capilla está enmarcada por pares de semicolumnas historiadas, aludiendo tímidamente a la portada de la Catedral, que soportan una línea serliana que genera el espacio de la capilla. El arco rompe un friso en el que se puede leer la frase “Fons Amoris” (Fuente de Amor), un lema que refuerza el tema central de este paño: la primera advocación de la Virgen. Bajo el friso, entre la decoración vegetal, vemos dos querubines portando símbolos: uno una corona, imagen de la realeza de María, y el otro una azucena, en relación a la pureza de la Virgen.

Sobre la clave del arco se apoya un medallón que contiene una rosa de los vientos, mostrando cierta relación entre este icono naval y la iconografía que hay bajo este. Completa el conjunto un frontón partido sobre el que aparecen dos mancebos que sujetan una red, composición que, por un lado, se relaciona de manera directa con el frontón de la Catedral, lo que consigue contextualizar mejor la estructura de la capilla central, y por otra vuelve a incidir en la personalidad marinera de Almería y la advocación de la Esperanza.

Escoltando el gran paño central se han dispuesto las alegorías de la Fe y la Razón, principios rectores para llegar a la verdad. Estas alegorías se han constituido cogiendo prestada la iconografía de La Escuela de Atenas, la pintura mural que hizo Rafael de Sanzio en los Salones Vaticanos. En esta obra Rafael pintó a Platón señalando hacia el cielo, donde está el mundo de las ideas, eje de su pensamiento filosófico, mientras junto a él aparecía Aristóteles, señalando hacia la tierra, hacia las formas físicas sino de su pensamiento aritmético. Ambas alegorías aparecen en el respiradero porque son el medio para llegar a la verdad, objetivo de la vida cristiana y de la ciencia. Además, con estas figuras hemos reinterpretado el libro y el incensario que aparecen en el escudo tradicional de la Hermandad, debido a que se han colocado con la Razón y la Fe, respectivamente, para reforzar su simbolismo.

Programa Iconográfico. Por último, vamos a exponer el mensaje del programa iconográfico, que aunque viene regido por el carácter de la Hermandad y las advocaciones de la Virgen, se conforma como una loa a María como modelo de vida cristiana. De su advocación, la Esperanza, se desprenden las virtudes cardinales y teologales, que son las disposiciones por las que el cristiano se encamina hacia el bien. Las cardinales son humanas y nacen de la razón, mientras que las teologales son infundidas por Dios en nosotros para que actuemos dando testimonio como hijos suyos, no solo como buenos ciudadanos.

El Amor, primera advocación de la virgen, se muestra a través de una gran alabanza en el frontal. El amor de María es gestor de la Iglesia católica, siendo madre de Cristo y de todos los que participamos en Él. El gran amor de la Madre de los católicos es digno de admiración y escapa de toda razón, Ella se configura como la imagen de la Iglesia y primera discípula de Cristo. En María se dan en comunión todas las virtudes en un grado supino, siendo un ejemplo de vida cristiana, el espejo en el que nos podemos mirar los cristianos.

De esta manera, nuestro respiradero enaltece las virtudes de María como madre de Cristo, unas características que nosotros debemos imitar para intentar alcanzar una vida santa entregándonos a la gloria de Dios y al cuidado del prójimo, caminando decididamente hacia la Verdad mediante nuestra razón y nuestra fe.

Conclusión

Lo que se ha conseguido con la reforma del respiradero es apartarlo de su aspecto seriado, construyendo una pieza renovada que genera un discurso alrededor de la Virgen del Amor y la Esperanza y nuestra ciudad. Está pieza de orfebrería llega a Estudiantes como un elemento artístico que se convertirá en referente e icono de la corporación, configurándose como la primera pieza de gran tamaño que habla de la Hermandad de manera singular. Pero el respiradero no es solo un elemento ornamental, sino que se ha conseguido que hable por sí solo acerca de nosotros como cristianos almerienses, que ven en María Madre de los cristianos un ejemplo de vida en Cristo.