Cuando el corazón se encuentra lleno solo queda agradecer, dar gracias por un nuevo Miércoles Santo, atípico, distinto, difícil, pero siempre lleno de oraciones de esperanza.
Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero los Estudiantes volvíamos a tener una cita con nuestra ciudad y no podíamos dejarla escapar.
Ayer la Real, Ilustre, Concepcionista y Universitaria Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Amor y la Esperanza quiso dejar todos sus títulos e insignias en la Catedral para ser Hermandad, una Hermandad en mayúsculas.
Gracias a todos los que hacéis posible que esa marea verde ponga rumbo directo hasta el corazón de su ciudad. Gracias sinceras por saber esperar, por saber querer, por saber mirar y, sobre todo, por estar otro año más junto a Ellos.
Desde la cruz guía hasta el último miembro de la banda, desde nuestra ejemplar guardería a aquellos que, a pesar de los años, no quieren abandonar a su Cofradía, desde los sones de la novena hasta la dulce melodía malagueña, desde los de la salamandra a esos románticos que aúnan el amor llevando a la Esperanza, nazarenos ejemplares, diputados, la guitarra de Guillermo, la tuna en Las Flores, desde los acólitos a los capataces, desde las mantillas a los enlaces, desde el amor a la esperanza, desde Getsemaní a Almería, ¡Gracias siempre, pues siempre será nuestro Miércoles Santo!