Transcurrido el triduo, besamanos y función principal en honor a Ntro. Padre Jesús de la Oración en el Huerto, publicamos el informe elaborado por la Priostía de la Hermandad, la cual ha querido honrar a nuestro sagrado Titular con una arquitectura efímera con la que celebrar una de las fechas más importantes de nuestra Hermandad: los cultos cuaresmales del Señor. Para ello, como viene siendo habitual, se erigió el aparato de cultos en el espacio del trascoro de la S. y A. Iglesia Catedral, en el lateral de la nave del Evangelio, entre el cancel de la Puerta de los Perdones y la puerta de la torre.
Siguiendo la línea estética de los últimos montajes de Cuaresma, la Priostía prescinde del espectacular dosel que suele coronar el aparato de cultos y apuesta por la bucólica idea de recrear la escena del pasaje de la Oración en el Huerto. Para ello se usan los tres niveles del aparato de cultos como base para levantar un bello monte de los olivos, flanqueado por dos grandes colgaduras burdeos, una con el lema de la Hermandad “Veritas liberabit vos” (la verdad os hará libres), y otra con un fragmento del pasaje de la Oración “Fiat voluntad tua deus” (hágase tu voluntad).
La composición vegetal del monte, elaborada como siempre por nuestros hermanos de la floristería Gracia y La Penca, está compuesta por iris blancos, iris morados, gladiolos, crasas, frecsias, hiedra y gramineas. Por su parte, las jarras que enmarcaban el altar estaban compuestas por claveles, rosas, frecsias, rosas spray, cardos, hiedra, statice, flores de cera y crisantemos.
El misterio se dispone al completo. En una escena principal encontramos en la cima de la roca a Ntro. Padre Jesús de la Oración cobijado por un gran olivo, portando el espectacular juego de potencias de plata sobredorada de Orfebrería Villena, y acompañado por el ángel confortador, quien sostiene en su mano derecha el cáliz de amargura al que el Señor hace referencia en el pasaje. A sus pies encontramos el relicario con una piedra de la roca donde el Señor se arrodilló a orar, traída desde Jerusalén por el que fuera nuestro consiliario D. Juan López Martín. En un plano inferior se disponen los tres apóstoles durmientes, Pedro, Santiago y Juan, recostados en el monte y vencidos por el sueño.
En la parte inferior del conjunto se dispone el manifestador, presidido por una cruz y la calavera de Adán, que simbolizan el triunfo de la Cruz sobre la muerte. Acentúa la escenografía la iluminación artificial, simulando la luz de la luna en la noche en que el Señor oraba.
Escoltan el aparato de cultos, dos grandes pedestales coronados por dos candelabros con siete puntos de luz de cera cada uno. A ambos lados de los mismos se encontraban expuestas las habituales credencias que rematan nuestros montajes de cultos, presididas por San José de Calasanz y Santo Tomas de Aquino, patronos de los distintos niveles de enseñanza, escoltados por tulipas para ser iluminados y bandejas de plata.