A pocas horas de finalizar 2023, recordamos cómo fueron este año los cultos a Ntra. Sra. del Amor y la Esperanza a través del informe que ha elaborado la Priostía de la Hermandad, la cual, ha querido honrar a nuestra sagrada titular con una arquitectura efímera con la que celebrar unos de los días más grandes para nuestra Hermandad, la Festividad de la expectación del parto de la Santísima Virgen.
Altar
Para ello, como viene siendo habitual, se levantó el aparato de cultos en el espacio del trascoro de la S. y A. Iglesia Catedral, en el lateral de la nave del Evangelio, entre el cancel de los Perdones y la puerta de entrada a la torre. A diferencia del año pasado, el montaje se ha desarrollado con la estructura al completo, usando los tres bancos que forman la base del conjunto, sobre el que se situó el espectacular dosel que cobija y realza a nuestra Sagrada Titular.
Con motivo del V centenario del inicio de las obras de la Catedral, nuestra Priostía ha hecho girar toda la lectura catequética del altar entorno al misterio de la Encarnación, representando así el momento en el que la Stma. Virgen es cubierta por la sombra del Espíritu Santo y queda en cinta.
Como novedad y estreno principal este año, el magistral dosel ha enmarcado un espectacular lienzo que plasmaba un precioso cielo lleno de nubes y querubines, atravesado por un gran rayo de luz que representaba el Espíritu Santo viniendo sobre la imagen de la Stma. Virgen, pieza que ha sido diseñada por n.h Carlos del Pino Martínez. También fue diseño suyo la pintura del cirio votivo con el que la Hermandad realizó el voto en defensa de la Inmaculada Concepción el 18 de diciembre, al término de la Función Solemne.
El objetivo de la Priostía este año ha sido presentar también a la Virgen del Amor y la Esperanza de una forma más gloriosa, escoltada por los candelabros guardabrisas del paso de misterio, alzada sobre las peanas del paso de palio y de capilla y ubicada en el segundo banco de la estructura. Esto ha hecho que la imagen se encontrase más despejada y adquiriera una presencia más protagónica para representar el misterio de la Encarnación. Ha servido como inspiración el retablo de una de las capillas laterales de la Iglesia de Santa María Rotonda de Viena.
Completan el montaje del altar las dos credencias laterales, que albergaban como elemento principal, y custodiados por dos puntos de luz procedentes de dos guardabrisas, unos violeteros de cristal con tres azucenas, emblema de la Catedral y símbolo de pureza de la Stma. Virgen, elemento que viene a reforzar la lectura catequética del altar.
Escoltaban el montaje dos grandes cornucopias, estreno estos cultos también, a juego con otras dos que penden del respaldo de las credencias, y que vienen a representar la idea de la imagen de la Virgen como reflejo de virtudes. Estos elementos aportaron al montaje la sensación y visión de un salón del trono, imagen que se vio reforzada una vez que bajó la imagen de la Virgen al suelo en besamanos, y fue coronado el altar con un gran sillón que ocupó su lugar. Se acentuaba así la condición de Ntra. Sra., como Reina de cielos y tierra.
El altar estuvo rematado por tres grandes ánforas de flores que rodean a la Stma. Virgen con la siguiente composición: retama, longiflorum, campanula, lisianthus, clavel, helecho bluestar, viburno, esparraguera y eucalipto. El arreglo fue realizado por nn.hh. de la floristería Gracia y la Penca.
Vestimenta
Ntra. Sra. del Amor y la Esperanza amaneció para sus cultos ataviada por su vestidor, n.h José Francisco Siles, con el terno regio, formado por la saya regia (2015) y el manto de vistas (2018), ambas piezas diseñadas por Álvaro Abril Vela y ejecutadas por el taller de Jesús Arco. Portaba la corona de plata sobredorada de Jesús Domínguez (1984) y ceñía su cintura el fajín militar. El tocado estaba compuesto por un espectacular juego de encajes de Bruselas, donados recientemente por una familia que tenía promesa a la Stma. Virgen.
Entre sus alhajas, destacaron el ramillete de olivo de plata y cuarzo veteado, la cruz pectoral de oro y esmaltes al fuego, el broche de la esmeralda y el ancla de oro, entre otras tantas donadas por hermanos y devotos. Debe destacarse la donación de un broche de oro y diamante que fue entregado durante la jornada del besamanos por una familia devota en acción de gracias.