Algunos dicen que es casualidad, otros dan por hecho que la lluvia siempre se aleja si la Esperanza va a pisar las calles. Lo cierto es que, tras todo un día de nublos y algún aguacero, a las 20:45 horas comenzaba el rezo del rosario con la imagen de la Virgen del Amor y de la Esperanza desde el interior de la Catedral.
El cortejo se iniciaba con la cruz crismal, acompañada por los faroles de guía. Tras la cabeza, filas de hermanos con cirios, representación de la Hermandad de la Borriquita, presidencia integrada por miembros de la Junta de Gobierno de los Estudiantes, estandarte corporativo de la Hermandad, cuerpo de acólitos y, tras ellos, las andas que portaban la imagen de la Ntra. Sra. del Amor y de la Esperanza.
Las andas, cedidas por la Hermandad del Gran Poder y dirigidas por los capataces de la Hermandad, fueron llevadas por hermanos costaleros, pero también por todas aquellas personas, hombres y mujeres, que quisieron cumplir su sueño de sentir sobre sus hombros el peso del Amor y la Esperanza.
La Virgen ofrecía un aspecto clásico, con su corona «de siempre» y unas sayas apenas utilizadas que fueron bordadas por Carmen Góngora. Parece como si anoche hubiera querido resumir sus 66 años de historia con una rosa dorada en las manos.
Tras la Virgen, un importante grupo de fieles y devotos que, junto a hermanos de otras cofradías de la ciudad, la acompañaron durante todo el recorrido. También compartieron con nosotros este rosario personas ausentes a través de las redes sociales.
Los misterios se rezaron en la puerta de la iglesia de Las Puras, bajo la ventana de las Claras de la calle Mariana, en la calle Eduardo Pérez frente a la iglesia de la Siervas, en la puerta de la casa de la Hermandad del Prendimiento con la presencia de su Junta de Gobierno y en la calle Velázquez, donde próximamente la Hermandad estrenará nuevas dependencias. De regreso, en la puerta de la Catedral se rezaron las letanías.
Dentro del templo, concluida la procesión sobre las 22:30, pudieron vivirse más momentos emotivos: los vivas del Consiliario a la Virgen, las palabras de agradecimiento del Hermano Mayor y las levantás dedicadas a los hermanos y allegados fallecidos recientemente. Pero la Virgen, quizá por su advocación del Amor, también fue testigo anoche de peticiones nuevas.
Por todo esto, la Cofradía de Estudiantes quiere agradecer a todas las personas y hermandades que ayer nos acompañaron en este rosario sus muestras de cariño y devoción a nuestra titular, María Santísima del Amor y de la Esperanza.
Gracias a todos y que la Virgen del Amor y de la Esperanza os bendiga.
Y a medianoche comenzó de nuevo a lloviznar.
Fotos: Jose Peralta
Vídeo: José Manuel Martínez